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Mortero para pegar cerámica y baldosas: consejos y preparación

El mortero para pegar cerámica y baldosas es un elemento fundamental en la instalación de revestimientos en espacios interiores y exteriores. Este material se utiliza para adherir las piezas de cerámica al sustrato, asegurando su fijación y durabilidad a lo largo del tiempo.

En este artículo, vamos a conocer los diferentes tipos de morteros que existen para pegar cerámica y baldosas, así como las diferencias entre los morteros no modificados (C1) y los morteros modificados (C2). Además, exploraremos las características adicionales que ofrecen los morteros modificados y la importancia de la deformabilidad y adherencia en la instalación de baldosas. También vamos a abordar la normativa UNE 138002:2017, que regula el uso de morteros tradicionales.

Tipos de morteros para pegar cerámica y baldosas

Existen diferentes tipos de morteros que se utilizan para pegar cerámica y baldosas. Algunos de los más comunes son el mortero de recrecido y el mortero de revoco.

El mortero de recrecido se utiliza para preparar el soporte antes de la instalación de las baldosas. Este tipo de mortero se aplica sobre la superficie existente, nivelándola y creando una base sólida y estable para la posterior colocación de las cerámicas.

Por otro lado, el mortero de revoco se utiliza para aplicar una capa de mortero sobre la superficie antes de colocar las baldosas. Esta capa de mortero no solo mejora la adherencia de las cerámicas, sino que también permite corregir pequeñas irregularidades y garantizar una superficie uniforme para la instalación.

Diferencias entre morteros no modificados (C1) y modificados (C2)

A la hora de elegir un mortero para pegar cerámica y baldosas, es importante conocer las diferencias entre los morteros no modificados (C1) y los morteros modificados (C2).

Los morteros no modificados, también conocidos como morteros C1, se componen principalmente de cemento y arena. Estos morteros pegan las baldosas a través de una adhesión mecánica, es decir, a través de la unión física entre la cerámica y el mortero.

Por otro lado, los morteros modificados, también conocidos como morteros C2, contienen aditivos que les confieren características adicionales. Estos aditivos pueden ser polímeros, resinas o adhesivos, entre otros. La presencia de estos aditivos permite una adhesión química entre el mortero y la cerámica, lo que mejora la resistencia y durabilidad de la instalación.

Características adicionales de los morteros modificados (C2)

Los morteros modificados (C2) ofrecen una serie de características adicionales que los hacen muy valorados en la instalación de cerámica y baldosas.

Uno de los beneficios más destacados de los morteros C2 es su tiempo abierto extendido. Esto significa que el mortero permanece en estado fresco y trabajable durante un periodo de tiempo mayor, lo que facilita la manipulación y colocación de las baldosas, especialmente en áreas de trabajo extensas o en climas calurosos.

Además, los morteros C2 presentan una mayor resistencia a la tracción. Esto es especialmente importante en suelos o superficies que van a soportar un tráfico intenso, como pasillos o zonas de alto tránsito. La mayor resistencia a la tracción del mortero asegura una unión sólida entre la cerámica y el sustrato, evitando desprendimientos o fisuras.

Otra característica importante de los morteros C2 es su fraguado rápido. Esto significa que el mortero se endurece rápidamente después de su aplicación, reduciendo el tiempo de espera y acelerando el proceso de instalación. Esta característica es especialmente útil en proyectos con plazos ajustados, donde es necesario realizar la instalación de cerámica de forma rápida y eficiente.

Importancia de la deformabilidad y adherencia en la instalación de baldosas

La deformabilidad y adherencia son dos aspectos clave en la instalación de baldosas. Estas características determinan la capacidad del mortero para adaptarse a las deformaciones del sustrato y para mantener una unión duradera entre la cerámica y el soporte.

La deformabilidad del mortero permite que este se adapte a los movimientos y dilataciones del sustrato sin romperse o desprenderse. Esto es especialmente importante en superficies sujetas a cambios de temperatura o a movimientos estructurales, como suelos radiantes o fachadas expuestas a condiciones climáticas extremas.

La adherencia, tanto mecánica como química, es fundamental para garantizar una fijación sólida de las baldosas al mortero. La adhesión mecánica se produce a través de la unión física entre la cerámica y el mortero, mientras que la adhesión química se basa en la interacción química entre estos dos materiales. Ambos tipos de adhesión son necesarios para asegurar una instalación duradera y resistente al desprendimiento.

Normativa UNE 138002:2017 sobre el uso de morteros tradicionales

La normativa UNE 138002:2017 establece los requisitos y especificaciones para el uso de morteros tradicionales en la instalación de baldosas y cerámica. Esta normativa tiene como objetivo garantizar la calidad y durabilidad de las instalaciones, así como la seguridad de los usuarios.

Según esta normativa, los morteros tradicionales (C1) solo deben utilizarse en determinadas condiciones, como en la instalación de cerámicas de baja absorción de agua o en revestimientos interiores con bajo tráfico. En estos casos, los morteros tradicionales ofrecen una adhesión suficiente y un rendimiento adecuado.

Sin embargo, en situaciones más exigentes, como en suelos con alto tráfico o en revestimientos exteriores expuestos a condiciones climáticas adversas, se recomienda utilizar morteros modificados (C2). Estos morteros ofrecen mayores prestaciones y resistencia, asegurando una instalación duradera y segura.

El mortero para pegar cerámica y baldosas juega un papel fundamental en la instalación de revestimientos. Existen diferentes tipos de morteros, como el de recrecido y el de revoco, que se utilizan para preparar el sustrato antes de la instalación. Además, se distinguen los morteros no modificados (C1), que pegan por adhesión mecánica, y los morteros modificados (C2), que tienen adhesión química y ofrecen características adicionales como tiempo abierto extendido, resistencia a la tracción y fraguado rápido. La deformabilidad y adherencia son aspectos clave en la instalación de baldosas, asegurando una unión duradera y resistente al desprendimiento. La normativa UNE 138002:2017 regula el uso de morteros tradicionales, recomendando el uso de morteros modificados en situaciones más exigentes.