Muchos nos preguntamos qué es una fresadora cuando oímos la palabra por primera vez, pues lo cierto es que esta máquina no es tan conocida como otras herramientas eléctricas que todos tenemos en casa.
En una vivienda apenas tiene uso, pero está presente en muchas industrias dado que hay varios tipos de fresadoras que trabajan con materiales de distinta dureza y formas.
Qué es una fresadora
A pesar de que cuando vemos una máquina fresadora no la asociamos con cortar, lo cierto es que es una máquina de corte a alta velocidad.
En su parte interior tiene una “fresa”, que es una pieza intercambiable (como las brocas en una taladradora) y que es la que realiza los cortes con distintos tamaños y ángulos según lo necesite el trabajo que estamos llevando a cabo.
Trabajos con fresadora: ¿para qué sirven?
Los trabajos con fresadora son los que requieren de un mecanizado, que no es más que dar forma mediante un corte a gran velocidad.
Quizá, de entre todos los tipos de fresadoras la que más conocemos es la manual que se usa en la madera, moviéndola con las dos manos y vaciando las piezas para crear surcos por los que encajar el fondo de un cajón o biselando el borde de una mesa.
Sin embargo, con una fresadora se pueden hacer otros trabajos, como coger una pieza de metal maciza, el clásico tubo de acero, y producir una bola de petanca, el pistón de una moto o incluso una tuerca.
Tipos de fresadoras
La industria utiliza muchos tipos de fresadoras, ya que una máquina fresadora puede hacer frente a varios trabajos y se pueden clasificar según varias características.
Según la orientación del husillo
Con husillo nos referimos a la dirección en que se mueve la herramienta que corta, la fresa.
Así, nos encontramos con fresadoras horizontales, las más antiguas, en la que la fresa solo se mueve de forma horizontal y es la mesa la que da el movimiento vertical.
Otro tipo es la fresadora vertical.
El husillo se coloca de manera perpendicular a la plataforma en donde se pone la pieza y son las más comunes en la industria, aunque también están las fresadoras universales en las que la pieza de corte se puede mover en vertical y en horizontal.
Según el tipo de ejes
Las posibilidades a la hora de mecanizar una pieza nos las dan los ejes sobre los que se pueda mover la fresa.
Encontramos fresadoras de tres, cuatro y cinco ejes y mientras en la primera los ejes en los que se mueve son las tres dimensiones del espacio, las dos últimas son algo más complejas.
Una fresadora de metal suele tener cuatro o cinco ejes, lo que permite rotar el objeto en la mesa con el fin de que el trabajo sea más preciso.
Según la estructura
La estructura tradicional de las fresadoras ha sido en forma de “C”, ya que era la mejor para albergar todas las piezas necesarias a la vez que daba rigidez a la máquina, pues cuando se mecanizan materiales como los metales se producen fuerzas bastante grandes.
Ahora podemos encontrar otro tipo de fresadoras en las que la mesa no se mueve, como pasa con las de toda la vida, sino que es la estructura la que realiza los movimientos y tienen la particularidad de que son enormes, parecidas a las grúas puente.
Cuando las piezas que se van a mecanizar son grandes y muy pesadas se suele utilizar la fresadora de columna, en la cual el husillo se mueve en una columna vertical y desplazándose alrededor de la pieza para que esta no se mueva.
Según cómo se controlan
Los trabajos con fresadora tienen que ser precisos, por lo que la forma en la que se controla es fundamental para que el resultado sea óptimo.
Si las piezas no deben tener una precisión milimétrica la fresadora elegida es la manual.
El operario es el encargado de mover los ejes con unas manivelas y a veces uno de los ejes puede progresar en automático.
Un avance sobre la fresadora manual es la que tiene un visualizador de cotas.
No deja de ser una máquina manual, pero hay un lector que ayuda al operario para que tarde menos y no tenga que tomar demasiadas medidas.
El siguiente paso en el control son las fresadoras CNC.
Aquí es un ordenador el que mueve la máquina y permite que el fresado sea automático una vez que se coloca la pieza que hay que mecanizar.
A pesar de que muchas personas no saben qué es una fresadora, una gran cantidad de los componentes que llevan nuestros coches, impresoras, ordenadores o incluso los cajones del escritorio, serían muy difíciles de hacer sin ellas, o al menos nos costarían mucho dinero al tener que ser fabricados de manera artesanal.