En el mundo del bricolaje, hay una enorme cantidad de accesorios, discos de diamante, de corte… herramientas de mano, eléctricas… y lo mismo ocurre en el ámbito profesional, de modo que es normal preguntarse qué es una muela abrasiva y para qué sirve.
Las muelas abrasivas son muy útiles en muchas labores, de forma que conviene conocer las que existen, cómo se utilizan y cuál hay que elegir de cara a trabajar con cada material.
Qué son las muelas abrasivas
Una muela abrasiva se emplea a la hora de rectificar diferentes piezas.
Por ejemplo, un corte en el mármol que no está bien hecho, una soldadura que hay que rebajar para que no se note tanto o un metal que ha quedado lleno de rebabas al seccionarse.
Se fabrica usando primero una matriz aglomerante flexible, lo que le permite adaptarse a los materiales que hay que rectificar y obteniendo así mejores acabados con menos esfuerzo.
En esta matriz, hay cientos y cientos de puntas de corte, que conforme se emplean se van desgastando, eliminándose mediante el calor y la fricción que se genera. Con esto, se consigue que, cuando la muela gire, siempre vaya saliendo material nuevo a la superficie con el fin de hacer su función.
Estas muelas abrasivas las vemos en diferentes soportes, como en una amoladora de banco, en una radial o en una taladradora, variando su diámetro y los trabajos a los que van destinadas, pues en el caso de las más pequeñas siempre se emplean en piezas de menor tamaño o delicadas.
Tipos de muelas abrasivas y características
Dentro de nuestro catálogo, tenemos varios tipos de muelas, las cuales se pueden clasificar de muchas maneras, como por su grano, tamaño e incluso algunos fabricantes emplean los colores de las muelas abrasivas para distinguirlas.
Sin embargo, una de las mejores maneras de clasificarlas es por el material del que están hechas y por sus características, ya que será su composición la que nos indique en qué trabajos están recomendadas.
Compactas o convolute
Para su fabricación, se emplea fibra no tejida a la que se conoce también como abrasivo non-woven. Estas fibras se colocan en un eje central creando capas que van pegadas.
Son las fibras las que van impregnadas del material abrasivo, por lo que la muela es acolchada y duradera, con una flexibilidad enorme que hace que dure mucho.
A pesar de que hablemos de fibra, no debemos pensar que nos referimos a un material blando, pues con este tipo de muelas es posible desbarbar metal, madera o vidrios, consiguiendo un desgaste de material que puede ser muy agresivo.
De hecho, una de sus aplicaciones es llevar a cabo terminaciones en metal, como por ejemplo alisar esos cordones de soldadura que no quedan muy estéticos y que hay que disimular todo lo que se pueda.
Cepillos abrasivos flap
Se parecen bastante a las muelas anteriores, ya que emplean el mismo material, pero aquí las láminas de fibra no van enrolladas entre sí generando capas, sino que están montadas la una al lado de la otra, dándole esa forma característica de cepillo.
Esto hace que estemos ante una muela abrasiva muy flexible y que es la que mejor se adapta a las formas del material con el que se va a trabajar. Tiene varias aplicaciones, pero se centran sobre todo en los acabados de distintas superficies, como por ejemplo el lijado de pinturas o barnices, la eliminación de materiales corrosivos del tipo del óxido o la limpieza rápida de los metales.
También sirven si queremos pulir o, incluso, a la hora de terminar con acabados mate o brillante en los metales.
Cepillos abrasivos flap mixtos
Los cepillos abrasivos están hechos de fibras de nailon, pero a veces ese material no es lo suficientemente agresivo y aquí es donde entran los flap mixtos, ya que la fibra se mezcla con láminas de tela o papel abrasivo.
Son cepillos muy duros y con un poder enorme, con los que hay que tener cuidado a la hora de no desgastar los materiales en exceso, aunque para esto se venden de distintos tamaños de grano y fibra.
Ahorran mucho tiempo si se saben manejar, pero a cambio son muy rígidos y se adaptan regularmente a los materiales con los que vamos a trabajar, por lo que dan buen resultado en piezas uniformes; no son los mejores cuando estas tienen formas irregulares.
Por su capacidad de desbaste se destinan en especial a los metales duros, como el acero inoxidable, aunque también son muy útiles al alisar superficies metálicas o prepararlas antes de iniciar el proceso de pintado.
Una vez que sabemos qué es una muela abrasiva, comprobamos la enorme cantidad de usos que tiene, especialmente ahora cuando se pueden comprar con varios formatos, incluso con un vástago que permite colocarlas en un taladro, lo que nos facilita la realización de trabajos finos o de precisión.
Si necesitas cualquier tipo de muela abrasiva, o herramienta, en nuestra tienda puedes encontrarla al mejor precio, y si tienes cualquier pregunta, te ayudaremos sin compromiso.